viernes, 15 de julio de 2011

¿Qué hacer con la verdad?



Es muy común en nuestros días ver pedir y pedir.
Pedimos planes, mejoras, justicia, y sobre todo hoy pedimos saber.
Nos transformamos en una sociedad que se canso de mentiras y queremos saber, pedimos y exigimos la verdad
pero…

¿Qué hacemos con la verdad?

Es una pregunta muy compleja, porque en la vida cotidiana muchas veces dejamos o permitimos que nos mientan, es preferible vivir una mentira, que reconocer la verdad.

Verdades cotidianas
El cigarrillo, el alcohol y las drogas matan, pero es una verdad a la que se la ignora, se hacen campañas de prevención, pero como a mí me gusta, sigo consumiendo, es mi vida, los demás que hagan lo que quieran.
Hay reglamentaciones que cuidan mi vida y la de mi prójimo, como “si vas en moto usa casco”, “no más de 2 personas en una moto”, “si bebiste no conduzcas” para muchos esta verdad es obviada, porque no les conviene, pero no se dan cuenta que ponen vidas en peligro ocasionando accidentes. – “una copita no me hace nada” o algún que otro inconsciente dice -“borracho manejo mejor”.
La droga mata y es una verdad dolorosa, pero cada vez hay más narco y cada vez más encubridores, que no quieren denunciar, escudándose en el “total al otro día salen” y así ocultan la verdad convirtiéndose también en cómplices de este mal que nos mata.

Verdades políticas
Hay muchos funcionarios que los hechos los condenan, coimas, corrupción, acuerdos políticos, favores…etc. pero al estilo futbolero decimos -“siga, siga que no pasa nada”.
La ciudad se tapa los ojos prefiriendo no mirar su situación. El Villagalvense sigue eligiendo la mentira, “si nadie piensa en mí porque yo tengo que pensar en otros”
Pedimos y en algunos casos exigimos la verdad, quiero saber todo, funcionarios que llevan casi 2 años queriendo saber en qué se gasta la plata. Otros que al mismo tiempo ponen escusas para no decir en que se la gasto, muchos cobrando sueldos sin cumplir una función, otros tantos que impiden la gobernabilidad por conveniencia. La verdad política duele, angustia, crea desesperanza pero igual los seguimos eligiendo.

Mostrar la verdad
A veces creer que si decimos y mostramos la verdad me daría orgullo y satisfacción no siempre es así, en busca de la verdad, recibí amenazas, persecuciones y agresiones, pero logre encontrarla y la hice pública. Pero nada cambio, para muchos fue mejor quedarse con la mentira, esa mentira que los justifica, para poder luego criticar y acusar, en cambio la verdad les pedía un cambio que exigía compromiso y trabajo, entonces se eligió la mentira por sobre la verdad.

La verdad es cruel y dolorosa
Como cuándo el doctor te llama aparte y sin titubear te dice –“ su mama está en manos de Dios" y a las pocas horas te llama y te dice -“lo siento se murió”, en ese momento darías todo porque fuera una mentira, o como cuando condenan a tu hijo a 20 años de prisión y vos sabes que es culpable y que todo lo que se dijo es verdad pero como madre lo defendés la mentira más grande, la inocencia.

¿Que se hace con la verdad?
Es una pregunta muy difícil de responder, muchas personas murieron o desaparecieron por decir o luchar por la verdad (Cabezas, López, Lepratti, etc.)
“La verdad os hará libre” es una frase Bíblica muy usada, pero muchos preferimos en muchas ocasiones la esclavitud de la mentira, del engaño, la oscuridad del no saber.
Entonces preferimos cerrar los ojos, nos tapamos los oídos, silenciamos a quien sea, pero tapamos la verdad… por compromiso, por acuerdos, por no saber qué hacer con la verdad…por corruptos o quizás por miedo.
Más de uno que lea esta nota no va a estar de acuerdo en muchas cosas que dicen mis palabras, pero cada uno tiene su propia verdad y es respetable, y todos elegimos la verdad que nos conviene.
Nosotros preferimos la verdad que nos da la dignidad, no callar por pautas o por amiguismos, no ocultar por miedo o por argentinismo (no te metas).

Verdades que se guardan
Es por eso que te invito a que juntos pensemos esta pregunta.
¿Qué hacemos con la verdad?
Contame en que cajón la guardas, en que mástil la lucís o en que tacho de basura alguna vez la tiraste

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